Son tan vívidos mis sueños y sobre todo mis pesadillas, todo es tan sensible, hasta los mínimos detalles los siento en lo profundo de mi alma. Anoche soñé que morías, que te mataban, soñé que mi mamá se iba a morir por una enfermedad y mi hermana moría también, cuando desperté me sentía tan desolada, estaba desesperada, no podía asimilar que se hubieran muerto, hasta que pensaba en que cuando quisiera hablar con ustedes, ninguno estaría. Ninguno, nadie.
Este tipo de sueños me hacen valorar a todos los que me rodean, me hacen ser feliz sólo por tenerlos, a todos los que hacen de mis días, mis noches y mis años felices, los más felices.
Por eso quiero agradecerles a todos, los antiguos y los nuevos, los de siempre y los de a veces, a los perdidos, a los infinitos, a los que escuchan y a los que quieren ser escuchados: Gracias.
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