y de a poco destruyo mi fe al mismo tiempo que la voy descubriendo.
Pero no he dejado de creer, nunca he dejado de soñar, es mi maldición igual que la de ese aviador que cae en el desierto, pasa el resto de su vida dibujando corderos en cajas y niños con sus rosas y sus zorros en planetas lejanos, y sigue viendo elefantes y boas en vez de sombreros... yo voy a ser ese viejo loco que sigue creyendo ciegamente en que su único amigo va a volver, y que no murió.
Yo voy a seguir creyendo en el destino a pesar de que la lógica me demuestre una y mil veces lo contrario, a pesar de lo mucho que desearía no hacerlo, porque sería más fácil, todo sería más fácil.
Quiero dejar de soñar porque me está costando mucho usar la lógica y entender la realidad.
Pero probablemente me arrepienta en un par de años, así que voy a seguir soñando aunque me duela, porque eso es lo que soy, una maldita soñadora.
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