"Vivimos al borde del sentido."

7.08.2015

Silencio. 8.7.2015 (10.58am)

El día está perfecto para sentarse en soledad frente a una enorme ventana en altura, al lado de una chimenea, frente a un escritorio, en una silla gigante y cómoda,  en una casa en un bosque frondoso, húmedo y color verde oscuro, a escribir.

Hoy siento que si me empujo un poco, sacaría litros y litros de inspiración. Pero no estoy en un bosque, ni está húmedo, ni estoy en una silla gigante, ni con una chimenea, ni tengo una enorme ventana y sobre todo, no estoy sola.

Necesito estar sola por lo menos un rato al día, sobre todo si hablamos de inspiración. A veces estoy casi sola, pero si ella está en la casa, es imposible concentrarse. Ahora mismo, se está bañando, de no ser así no podría escribir esto, pero incluso estado ahí adentro me desconcentra. Es difícil admitirlo pero muchas veces deseo que se demore más en cualquier lugar al que vaya para poder estar sola, al menos una hora al día. Pero nunca se va. Nunca se calla. Nunca está quieta. Siempre necesita ayuda y siempre hace ruidos, incluso cuando duerme.
Acaba de salir, está haciendo montones de ruidos, pseudo cantando algo inventando. No es que ella esté mal haciendo eso, es que nunca para, excepto cuando está lejos. Y lo peor es que no importa cómo se lo diga, siempre es lo mismo: ella es una pobre víctima y yo una pérfida cosa viva que la odia.
Sería tan fácil si no fuese víctima. Sería tan fácil si aceptara sus errores. Sobre todo sería fácil si no diera vuelta la tortilla al decirme a mi lo que le dije dos días antes.

Estoy desesperada. Necesito escapar y no tengo a donde. (Por eso mismo he dormido tanto.)

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