Les voy a contar mi sueño.
Estaba de pie afuera de mi casa, esperando para partir en un viaje al parecer importante, cuando aparecía una adolescente cualquiera y me decía mira tu ex es un suelto! Yo le respondía que no quería saber, no quería, no quería! Porque me dolía en el alma que ya no fuese quien conocí.
Lo extraño es que había mucha gente extraña despidiéndose de mi, creo que era famosa. Después de dar vueltas por ahí, esperando, llegaba una mujer adulta, supongo que mi manager, y me decía: 'tengo su expediente (miraba una carpeta amarilla con azul que estaba bajo su brazo), puedo dejarlo para que lo veas en el viaje'. Ahí ya no podía resistirme, así que me lo entregaba, y yo confiaba en ella porque era mi manager o algo así.
Partíamos en el viaje y parabamos en un lugar como el Gam mezclado con un Ikea, donde encontraba a mi madre y a su madre, su madre estaba llorando, así que tras saludar a la mía iba hacia la suya. Ella me contaba que estaba fuera de control, yo notaba que estaba leyendo el expediente, me contaba que se había gastado todo, que ya no tenían plata, seguía hablando entre llantos pero ya no entendía nada. Sólo la abrazaba con fuerza esperando que se calmara y que se sintiera mejor.
Después "despertaba" y me aliviaba muchísimo que fuera un sueño.
Entonces me tenía que subir a un avión muy extraño, e iba a hacer pipí cada cinco minutos (porque quería hacer pipí en la realidad), iba sentada al lado del, en esa entonces, mejor amigo de mi ex. Y él me decía que leyera el expediente con un tono extraño, un tanto coqueto. Abría la carpeta y mientras más intentaba mirar veía menos, más oscuro y borroso, como si se me hubiesen cerrado los ojos y no pudiera abrirlos. Sólo alcanzaba a ver fotos en blanco y negro de él con el torso desnudo y unos pantalones de buzo negros, estaba más delgado que antes, y salía haciendo tela, trepas y cosas artísticas mezcladas con deportivas. Los colores amarillo y azul de la carpeta me recordaban al colegio, y me hacían doler los ojos como cuando uno mira mucho hacia una luz. Leía algunas cosas, pero ya no recuerdo nada.
Entre medio muchas paradas para ir al baño donde me encontraba con gente que siempre desprecié en el colegio, una Macarena y una Yael son las que recuerdo.
Los baños eran sucios y las puertas no cerraban, o no me cabían las puertas, no tenían confort y sienpre llegaban extraños a hablarme mientra yo quería estar sola para poder hacer pipí.
La primera o primeras idas al baño iba en un jeep blanco que aplastaba todos los asientos, en esas escenas aparecía mi hermana y mis sobrinas con más amigas de ellas y yo sentía pena porque iba sentada sola, mientras todos iban felices y contentos. Al final, como siempre me sentía fuera de lugar.
Quizás por esa misma sensación aparecía en otros asientos y eran siempre diferentes baños y las personas a mi alrededor cambiaban de puesto.
De vuelta en el último viaje al baño, me encontraba con una mujer de la PDI con un grupo de perros, era amistosa y graciosa, hablabamos un rato hasta que aparecían unos supuestos personajes que conocía de antes, aunque no recordaba de donde, todos eran muy altor y fuertes y peludos, parecían hombres de las cavernas y me tenían mucho cariño. Pero como siempre me hablaban todos juntos y no podía estar con todos al mismo tiempo. En ese rato yo sólo pensaba en volver a mi asiento y flirtear con ese mejor amigo de mi ex que me había coqueteado primero en el vuelo. Ya había olvidado el expediente, pero seguía una sensación amarga en mi pecho. Tenía algo que hacer y nunca lo hice. Al final nunca volví a mi asiento y desperté teniendo que correr al baño en la realidad. Y por supuesto, aún tenía esa sensación amarga y dolorosa por el ex.
No recuerdo a donde íbamos pero todos viajábamos juntos. Igual que en la realidad.
