Tu hijo. 30.8.2015 (8.33pm)

A veces prefiero quedarme durmiendo, es que he soñado con tantos momentos mágicos que pocas veces tengo en la realidad.
Es ese tipo de magia que siento cuando enciendo las luces de mi pieza y las miro y las siento en lo profundo de mi alma, como si iluminaran la vida.
Es eso que siento cuando termino de cocinar algo y al sentir su sabor me derrito un poco.
Es cuando toco ukulele y todo sale bien.
Es cuando me recuerdan que me quieren.
Es cuando miro el cielo nocturno y la montaña mañanera.
Es cuando despierto temprano y veo como amanece.
Es cuando estoy sola y tengo todo el día para mi.
Es cuando me doy baños de tina en invierno y duchas tibias en verano.
Es cuando grito a todo pulmón y el mundo se hace más liviano.
Es cuando veo a mis sobrinas y me llenan de amor puro.
Es cuando en la realidad disfruto esos pequeños momentos perfectos, un abrazo lleno, una mirada expresiva, una textura exacta, un olor particular, una voz profunda, un sonido pacífico, una escena mágica o unas luces precisas.

Es cuando sueño con esos momentos perfectos que no tengo mucho en la realidad, porque se chacrean.
O porque están prohibidos.