"Vivimos al borde del sentido."

11.13.2015

La fantasía.

A la mañana siguiente sonaban sirenas, cada vez más fuertes, hasta que se abrió ese portón de toda la vida, la ambulancia y los carabineros atravesaron los pilares de metal negro. Todos estaban afuera, miraban atónitos y desconcertados, los alaracos lloraban por ese ser que jamás quisieron, pero ellos siempre piensan que si llegan los noticiarios, les preguntarían cosas.

Salió uno de los dos carabineros y dijo: "fue un ataque al corazón."

Sacaron la camilla con esa sábana blanca que tapaba su rostro. Yo sólo miraba desde mi ventana, me llenaba un sentimiento desconocido... Cuando ya todos se dispersaron, porque la emoción de la muerte se apagaba, la ambulancia salía mientras yo miraba. Al salir el último carabinero, me cerró el ojo izquierdo y yo le sonreí satisfecha pensando: "Nunca nadie sabrá".

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