"Vivimos al borde del sentido."

11.14.2015

Él ahora tiene una familia.

Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, y en cierta medida tienen razón. Pero me es tan difícil repasar el pasado, sobretodo al ser hija del abandono acompañado.
Siempre recuerdo cuando mi padre me venía a buscar en las mañanas y yo salía tarde, me gritaba tanto en el auto, y yo no podía escapar.
Desde entonces que imagino como lanzarme hacia afuera desde el auto en movimiento y lo que puede pasar después. A veces me levantaba y corría como loca hasta alguna calle por la que él no pudiera entrar; otras veces me atropellaba en seguida otro auto o una micro. Pero habían veces en las que al correr, él me perseguía en el auto y al atraparme, me pegaba.
Todo esto era producto de mi imaginación, él jamás me golpeó.
Me iba retando la mitad del camino, mientras sonaban las noticias en la radio y mi cabeza estaba por explotar y me quería escapar. La siguiente mitad era un silencio tan tenso que ni la canción más feliz de toda la historia musical podría alivianarlo.

Eran los peores viajes de mi vida, los odiaba.
Lamentablemente,
él también.

Pero nunca me lo dijo, sólo dejó de ir a buscarme, mientras mi madre le decía que debía hacerlo, que no se alejara de mi, porque al fin y al cabo, era su hija, aún lo soy.
De esto me vine a enterar hace poco años atrás. Él ahora ya tiene una familia nueva y yo he repetido el abandono una y otra vez con casi todos los seres humanos que conozco.

Hoy soñé con toser, no podía parar, entonces empezaba a sentir sabor a sangre, cada vez más fuerte hasta que en mi mano caía una uña cortada, como los restos después de que te las cortas con cortauñas. Estaba entera empapada en sangre, pero era una sangre espesa, oscura y coagulada, como la de la menstruación. Lo extraño de este sueño es que sólo recuerdo la tos, el sabor a sangre, el aspecto de los residuos de mi cuerpo sobre mi mano y el terror que sentí al verlo, mientras que todos mis otros sueños son infinitamente detallados y sensibles.
Al despertar, pensé que estoy llena de basura, de mugre, de restos, y ahora que recuerdo a mi padre, quizás éste sueño me estaba diciendo que debo limpiarme, aunque me duela y me aterre.

Por eso hoy le hablé y todo es como una bomba, nunca había tenido tanto miedo emocional. Yo lo amo, es mi padre, y realmente no quiero perderlo, pero no puedo seguir viviendo como un basural de recuerdos dolorosos. Tengo que superarlos de algún modo o seguiré ahogándome entre estas paredes que no dejan entrar a nadie más.


Él ahora tiene una familia, y yo no tengo nada en común con ellos, y ellos nada en común conmigo. Él ahora tiene una familia y yo un hoyo en el estómago y ganas de tomar leche hirviendo con azúcar, chuño y cáscara de naranja.
Él ahora tiene una familia, él ahora tiene una familia.

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