Pero el vacío.

A veces recuerdo situaciones y decido retorcerlas,
recreando algunos momentos para que todo lo que me rodea,
se convierta en un baile de locos junto a mi.


Caídas falsas, vueltas rápidas,
luces coloridas, niebla repentina.

Focos directo hacia uno u otro,
momentos casi perfectos en completa precisión
de todos ellos.

Mientras yo soy la reina.
la principal, tengo los solos importantes,
todo es sobre mi.

Los ensayos imaginarios crean momentos perfectos,
perfectos para el atento que los observe.
Perfectos siempre ante los ojos de un rey.

Ese rey es el espectador,
mi espectador favorito.

Desconocido,
pero siempre tiene una característica similar.
Siente atracción y admiración,
sólo por el personaje principal,
dejando a los demás sin luz tras mi espléndida actuación.

Ahora tengo tantos espectadores,
tantos reyes que van y vienen.
Algunos se quedan mirando,
otros van atrasados,
y unos pocos se scercan y preguntan después de la función.




Pero el vacío.
Mi amado vacío.
Nunca se irá,
pero es lo que hace de mi actuación,
una aún más profunda,
aún más hermosa,
aún más misteriosa.

Mi amado vacío,
tu haces de mi actuación,
la actuación perfecta.