Viaje pesimista.

Hoy estoy pesimista, así que me voy a desahogar:
Este viaje me ha servido para no conocer Auschwitz, no querer irme a vivir a Berlín porque mi hermano está ahí (y la ciudad es muy chica para más de uno de nosotros...), para sentirme incómoda en todas las casas que me he quedado (hasta ahora), para no querer volver a Chile, para no querer quedarme aquí, para llorar escondida en la ducha (y bien rápido), para detestar a los Españoles mal educados, mal olientes y que no se tapan la boca cuando tosen o estornudan, para resfriarme una y otra vez, para tener fiebre ahora y no haber dormido más de 3 horas.
Para perder mi hogar.

Gracias una vez más a nadie, porque no tengo ni quiero nada más,  mejor me tiro del tren.