"Vivimos al borde del sentido."

12.19.2016

Segundo día de ayuno.

El segundo día empezó hace 4 horas y media (a las 16 del lunes, ya son las 20:30).
- Hasta ahora he tenido un poco de hambre, un mareo extraño y nada más.
- Me siento bastante bien, además he sido muy productiva, avancé en el ukulele de mi hermana e hice una de las infografías que pondré en el libro que le voy a dejar a mi madre.
- Voy a hacer otra cosa para no tener tantas ganas de comer, por otro lado, me voy a hacer un agua de hierbas más antes de dormir, pero lo haré tipo 10, para acostarme y quizás leer un rato.
- Estoy mega concentrada, me sorprendo a mi misma!
- Y el tiempo sigue pasando muy muy lento.
- Estoy optimista, creo que voy a lograr ayunar sin problemas hasta el miércoles a las 16, eso por ahora al menos.
- Lo más desagradable son las ansias de comer algo. Es raro porque al decidir no comer tu cuerpo te molesta un rato y después se pasa, pero no vuelve hasta la siguiente hora de comer (desayuno, almuerzo y once en mi caso). ¡El problema aquí es el cerebro! ¡Tengo ganas de ir a cocinar y pasar horas de horas cocinando! Eso jamás me había pasado.
- Siendo las 21:25 me estoy muriendo de sueño. Voy a hacerme el té y a dormir.

Mañana escribiré cómo anda la cosa.

*Recordar que el miércoles a las 16 debo tomar un jugo natural de naranja con miel y puedo comer ensalada de frutas y nueces.



Desperté y me sentía muy mal, muy cansada, mareada y a punto de desmayarme. Pero ahora me siento mejor, me levanté, tomé agua y hasta me hice un agua con miel para romper el ayuno (ya que me sentía pésimo), pero no me la tomé porque mientras tomaba agua normal me sentí mejor. Igual decidí que voy a dejar de ayunar hoy mismo.

 - Ahora voy a salir, pero con mi madre, por eso me atreví a salir, porque sola me daba miedo.

Acabo de terminar el ayuno, peso 62.5 kilos, ayuné por 45 horas. Para volver a hacer funcionar el sistema comí 4 nueces, 3 almendras y un jugo de piña con menta sin azúcar. Estoy contenta de volver a comer, y voy a empezar a ayunar constamente una vez por semana, o quizás 2, dependiendo. Me siento muy feliz, es extraño, pero el volver a comer me tiene con muy buenas energías, aunque durante el ayuno estuve igual.

Creo que el tener exceso de energía me pone irritable e histérica, estar sin comer ha sido un beneficio enorme emocionalmente, y he aprendido más sobre mi cuerpo y mi mente. ¡Estoy feliz feliz!

No hay comentarios:

Publicar un comentario