Anoche soñé contigo, con un último encuentro furtivo, no sabría decir dónde fue, pero fue bueno, como siempre.
Y ahora, recién ahora, recuerdo que ese tú, el que quiero un montón y con el que sueño a veces, murió junto con nosotros, ese primero de enero.
Estos días he estado preguntándome sobre mi soledad, sobre la falta que me hace, no el amor aunque quizás el cariño, y pensaba que quizás estoy malinterpretando señales, o quizás la confusión es mutua. Pero no hay presión, no quiero una relación seria, con tener claro lo que pasa me calmaría un montón, no del todo, pero muchísimo.
Pero mi mayor pregunta, es por qué, ¿por qué no logro sentir algo de verdad por alguien, o quizás por qué no conozco a alguien interesante?
He cambiado mucho como humana, y espero haber aprendido harto sobre relaciones, pero sigo sin encontrar esa sorpresa que quisiera, en realidad tampoco la estoy buscando, pero sí la deseo, la deseo cada noche solitaria, cada madrugada fría, cada ducha, cada fin de semana sin planes. No me malentiendan, estar sola no es complejo, ni difícil, ni aburrido, pero ya llevo un buen tiempo en eso de la autosatisfacción, he visto suficientes películas, he salido a suficientes pedaleos, he cocinado suficientes pasteles, he leído suficientes libros, he tejido suficientes chalecos sin terminar, he tocado suficiente ukulele (eso jamás). He escrito suficiente de soledad.
Ya me estoy cansando de no tener un incondicional, una sorpresa, una invitación, un beso, un nervio, una situación incómoda convertida en cómoda, unas vacaciones amorosas, unas canciones a todo pulmón en el auto, una no-vergüenza de dejar mi alma libre, una película acurrucada, una siesta, un amor que no sea realmente amor, quizás que sea sólo sexo y compañía, que sea sólo necesidad. Y por eso mismo debo estar viendo señales y sintiendo conexiones donde no las hay, pero si me creo esto, entonces se me acaba el sentir, y si se me acaba el sentir, se me acaba la esperanza, y sin esperanza no me queda más que lo mismo de siempre, por mucho que lo haya disfrutado por tanto tiempo.
Sólo quiero un cambio en la rutina, quiero una sorpresa y una escapada de vez en cuando, quiero espontaneidad y compañía, y sexo.
Y ahora, recién ahora, recuerdo que ese tú, el que quiero un montón y con el que sueño a veces, murió junto con nosotros, ese primero de enero.
Estos días he estado preguntándome sobre mi soledad, sobre la falta que me hace, no el amor aunque quizás el cariño, y pensaba que quizás estoy malinterpretando señales, o quizás la confusión es mutua. Pero no hay presión, no quiero una relación seria, con tener claro lo que pasa me calmaría un montón, no del todo, pero muchísimo.
Pero mi mayor pregunta, es por qué, ¿por qué no logro sentir algo de verdad por alguien, o quizás por qué no conozco a alguien interesante?
He cambiado mucho como humana, y espero haber aprendido harto sobre relaciones, pero sigo sin encontrar esa sorpresa que quisiera, en realidad tampoco la estoy buscando, pero sí la deseo, la deseo cada noche solitaria, cada madrugada fría, cada ducha, cada fin de semana sin planes. No me malentiendan, estar sola no es complejo, ni difícil, ni aburrido, pero ya llevo un buen tiempo en eso de la autosatisfacción, he visto suficientes películas, he salido a suficientes pedaleos, he cocinado suficientes pasteles, he leído suficientes libros, he tejido suficientes chalecos sin terminar, he tocado suficiente ukulele (eso jamás). He escrito suficiente de soledad.
Ya me estoy cansando de no tener un incondicional, una sorpresa, una invitación, un beso, un nervio, una situación incómoda convertida en cómoda, unas vacaciones amorosas, unas canciones a todo pulmón en el auto, una no-vergüenza de dejar mi alma libre, una película acurrucada, una siesta, un amor que no sea realmente amor, quizás que sea sólo sexo y compañía, que sea sólo necesidad. Y por eso mismo debo estar viendo señales y sintiendo conexiones donde no las hay, pero si me creo esto, entonces se me acaba el sentir, y si se me acaba el sentir, se me acaba la esperanza, y sin esperanza no me queda más que lo mismo de siempre, por mucho que lo haya disfrutado por tanto tiempo.
Sólo quiero un cambio en la rutina, quiero una sorpresa y una escapada de vez en cuando, quiero espontaneidad y compañía, y sexo.
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